ESTAMOS EN PRÁCTICAS DEL LENGUAJE 10/08
ESTAMOS EN MATEMÁTICA 10/08
Vamos recordando por partes
Partes iguales
ESTAMOS
EN EFEMÉRIDES 10 /08
SAN MARTÍN EL PATRIOTA, EL CURSO DE UNA VIDA
HERIOCA
Un repaso por su vida
Sus metas, convicciones e ideales resultan
hoy fundamentales para apreciar de manera completa y compleja a este personaje histórico.
José
Francisco de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú,
actual provincia de Corrientes y lugar donde su padre, Juan de San Martín,
cumplió con el cargo de Teniente Gobernador entre 1774 y 1781, cuando la región
era considerada el mayor centro ganadero de la región. Fue esta provincia donde
San Martín dio sus primeros pasos. A los pocos años, toda la familia se
trasladó a Buenos Aires, pues el Virrey había dispuesto al padre de San Martín
un nuevo cargo y misión: instruir a los oficiales del batallón de voluntarios
españoles. En 1783 regresaron a España, para entonces, el padre había pedido el
permiso para volver a su país natal, allí lo nombraron en un nuevo cargo y San Martín, a sus ocho años, ingresó al
liceo, donde se instruyó en distintas áreas como latín, geografía, matemáticas,
historia, esgrima, pintura, retórica, etc.
Entre 1789 y 1812, San Martín incursionó en las filas realistas destinadas a misiones
y combates librados en el marco de las batallas napoleónicas. El papel de San Martín en los combates y como
estratega bélico fue siempre destacable, incluso, al poco tiempo de haberse
integrado a las filas, fue ascendido a Teniente Coronel. Con este cargo, decide
en 1812 viajar a Bs. As., pues la noticia de las revueltas de 1810 en el
Virreinato del Río de la Plata había llegado a sus círculos, los cuales,
además, veían y recibían con notable simpatía tales movimientos
revolucionarios. Para entonces, San
Martín había tomado contacto con pensadores independentistas de gran
injerencia en el escenario político de la época.
“Profundamente reservado y caluroso en sus afecciones, era observador sagaz
y penetrante de los hombres, a los que hacía servir a sus designios según sus
aptitudes. Altivo por carácter y modesto por temperamento y por sistema más que
por virtud, era sensible a las ofensas, a las que oponía por la fuerza de la
voluntad un estoicismo que llegó a formar en él una segunda naturaleza”.
El respeto por las Instituciones y su cultura política priorizando los
temas de fondo; el afán por el orden y la limpieza; el máximo aprovechamiento
de los recursos naturales; el sobreponerse a las adversidades geográficas y
climáticas; más el perfil prudente, austero y visionario de sus equipos de
trabajo convirtieron a Mendoza durante años en un espejo donde se reflejaba el
país. Sin lugar a dudas, la impronta “sanmartiniana” marcó a fuego el
comportamiento de la dirigencia y el pueblo mendocino.
Generoso y defensor acérrimo del poder de la
educación, convencido en el enorme valor de la escuela como herramienta para el
sostenimiento de los principios libertarios.
Entre sus notas particulares, podríamos agregar que fue un gran jugador de
ajedrez, ocupando siempre el pretexto de una partida del juego ciencia para
intercambiar con sus ocasionales contrincantes deportivos, opiniones puntuales
sobre la estrategia a seguir o el análisis sobre el rumbo de los
acontecimientos.
Guitarrista y cantor. Fue un gran motivador. En las filas castrenses, “los
regimientos tenían su payador” (Ismael Moya), y” la tradición oral asegura que
San Martín gustaba improvisar con excelente voz de bajo” por lo tanto tras las
duras jornadas de adiestramiento militar era habitual distenderse alrededor de
los fogones con retretas, cantos, poesías, danzas nacionales y marchas.
MIRAMOS un video: José de San Martín “Cuando era chico quería ser grande”
HASTA MAÑANA |
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